miércoles, 23 de abril de 2014

OJOS

Ojos cansados que intentan ver el final del documental luego de un largo y problemático día de trabajo. Ojos que no pestañean mientras siguen la jugada que está a punto de terminar en un gol, mientras el restaurante chino grita: ¡Messi!, ¡Messi!, ¡Messi! Ojos que arden enrojecidos, con una resaca de mil demonios y que apenas se despejan ven la hora: doce del mediodía.

Ojos que ven detrás de una vitrina la camisa y el jeans que serán la inversión del primer sueldo de la vida. Ojos que titilan frente a un videojuego mientras las manos se mueven a mil por segundo en el teclado del teléfono. Ojos que a la distancia reconocen al par de “pintas” que acaban de subirse en la camioneta y que seguro van a desvalijar a todos los pasajeros. Ojos que terminan de leer una novela de Ernest Hemnigway llenos de admiración y deseos de escribir o de vivir.

Ojos que pasan de largo las columnas de opinión y se van directo a las páginas de clasificados buscando un carrito rodado que cueste los ahorros de dos años. Ojos que ven la fotografía del compañero de toda una vida y le ponen una veladora mientras en silencio la vejez se come el llanto. Ojos que circulan buscando una dirección para entregar un pedido de pizza. Ojos que en la pantalla de televisión observan otros ojos. Ojos que se encuentran y se transforman en algo imperfecto pero insustituible en la vida.

Ojos que se dejan atrapar por la luz. Ojos para la oscuridad. Ojos que se mantienen abajo del agua. Ojos que buscan monedas en el piso. Ojos que se adhieren en la pantalla de una computadora mientras que sueñan estar en casa. Ojos que se vuelven cuadros o refugios; puertas de entrada o puertas de salida.

Ojos que hacen que el sueño se vaya a la droga. Ojos que son espejos rotos. Ojos que ya no hablan, porque adentro ya no existen razones ni palabras. Ojos que escriben. Ojos que leen. Ojos que terminaron de escribir Hamlet o de leer El Quijote y que de no ser por ellos no existirían libros; libros que justifican una fecha como hoy, Día Internacional de la Lectura. Ojos que escuchan. Ojos que sienten. Ojos que se cierran siempre en la última página y que se van de largo a la orilla siguiente como en un sueño.

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